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El desprestigio de la buena educación

Cuatro días antes de morir, quien fuera presidente del Congreso, Landelino Lavilla, se lamentaba de la pérdida de modales: "El significado de la cámara se ha extraviado. Eso genera un espectáculo nocivo que deteriora gravemente las instituciones". La buena educación a menudo esconde sanguinarios. A Franco estaba obligado a llamarle Excelencia incluso Carrero Blanco. Con Hitler, como reconoció Rudolf Hess, no era prudente una familiaridad excesiva ("yo jamás usaba el tú familiar cuando me dirigía a él, siempre decía usted").

| etiquetas: educación , modales , talante , insultos , formas , políticos

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