Los ratones machos muestran algunas reacciones similares cuando se relacionan con otros machos o con hembras: tienden a “montarse” entre ellos. Sin embargo, únicamente cuando lo hacen con las hembras emiten una especie de “canto”, mientras que entre machos todo termina en peleas. ¿Existen patrones cerebrales que determinan el amor o el odio? Una investigación realizada por neurocientíficos del Instituto Tecnológico de California confirma que una delgada línea marca el límite en el cerebro entre las relaciones amorosas y las agresivas.
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