Se puede llevar el caballo al río, pero no se le puede obligar a beber. Las autoridades chinas se enfrentan a una ardua batalla para convencer a las empresas y los hogares de que inviertan y consuman mientras que los brotes y los confinamientos aplastan la confianza de los agentes. El banco central está volviendo a inyectar liquidez en el sistema, el problema es que esa liquidez no fluye hacia la economía porque familias y empresas no quieren endeudarse.
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