Tener dinero permite ascender a niveles antes vedados y modifica el modo de comportarse de aquellos que lo tienen, como ya hemos visto. Ahora sabemos que la riqueza no sólo hace a quien la tiene juzgar de modo diferente lo que es bueno o malo: en un nivel más básico cambia la manera de mirar. Los ricos, demuestra un conjunto de estudios, tienden a fijarse menos en las personas a su alrededor: literalmente ven menos a su prójimo. El dinero ciega, en lo social.
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