Vinieron años de guerra. Años en que la tierra se arrasó y los hombres murieron y los dioses volvieron su rostro hacia otro lugar, porque Biblos, y Tiro y Cartago entera fueron destruidas. Delenda est Carthago, dijo el romano. Y Cartago fue destruida. La ciudad de Dido, la sede religiosa de Ba`al Hammon, la ciudad del Mekarte que luego fue Herakles, o al revés, qué más da eso a los dioses, fue arrasada.