Los servicios de inteligencia de Estados Unidos han anunciado durante esta mañana, mediante un comunicado de prensa, que los terrenos adquiridos en plena sierra madrileña por el líder de la formación morada, Pablo Iglesias, y su número dos, Irene Montero, han sido clasificados como "potencialmente relevantes" en la investigación que lleva a cabo para localizar posibles estructuras dedicadas al enriquecimiento de uranio y a la construcción de armas nucleares pertenecientes al gobierno de Irán, tras el anuncio de Trump de romper unilateralmente el pacto nuclear con el país asiático.
Así lo ha hecho saber igualmente Shlomo Kilmorostein, portavoz de la Casa Blanca y uno de los consejeros destacados de la secretaría de asuntos externos. En el informe publicado, aparecen imágenes por satélite de la finca de Galapagar en la que se identifican supuestos contenedores de material radiactivo, un silo de cabezas nucleares en la casita de invitados y personal especializado realizando labores de mantenimiento.
Irene Montero, propietaria del terreno, ha salido al paso de las acusaciones del gobierno estadounidense en Twitter. "Es totalmente infundado. Ven el camión de la mudanza y dicen que es una centrifugadora. Y ese señor que dicen que hace tareas de traslado de residuos sólo es Monedero quitando las hojas de la piscina con una pala", ha declarado.
La información de la que dispone el gobierno estadounidense ha sido proporcionada por los agentes de campo que la organización de inteligencia mantiene en España. Con el nombre en clave EI.0KD, este agente ha proporcionado datos y documentos gráficos que vinculan al líder de Podemos con el régimen iraní, cotejándolos con la base de datos de la NSA, que mantiene millones de terabytes de vídeos de cámaras de seguridad de todo el mundo.
Hemos preguntado a la gente del barrio si creen que su nuevo vecino podría estar ayudando al gobierno islámico a almacenar armas nucleares. "No lo sé, por aquí hay mucha gente que entierra cosas en el jardín", declara uno de ellos. "Ni idea, se lo dejaré caer cuando venga al club a jugar al pádel", dice otro vecino. "Ver, oir y callar", dice Mae, que lleva 58 años trabajando en la zona como asistenta del hogar: "me queda poco para jubilarme y no lo voy a estropear ahora"
De momento, el gobierno español no se ha pronunciado sobre este anuncio, aunque según algunas fuentes internas se comenta que sería "un varapalo" que Estados Unidos interviniera en la zona, "después de la reforma que ha hecho Montoro para tenerlos contentos".
menéame