Todo pasa, nada queda. Nuestro amor, tus ilusiones, mis esperanzas, vuestros miedos, sus risas, nuestras enfermedades, tus ideales, mis pensamientos, vuestras aspiraciones, sus fracasos, nuestra vergüenza, tu rencor, mis pesadillas, vuestro hastío, su locura, nuestra ambición... Todo, absolutamente todo desaparece algún día.
|
etiquetas: reflexiones , filosofía , insignificancia , brevedad