«Meses después yo estaba con la Master System II jugando al Olympic Gold, pasé los años siguientes defendiendo que Sonic era mejor que Mario. En la práctica, mi abuela irrumpió a lo underdog y nos apalizaba. Se le ocurrió, para la prueba de los 100 metros lisos, que en lugar de dar al botón A y luego al botón B para correr, y así todo el rato, era mejor coger un trapito y restregarlo, como si estuvieras limpiando los botones del mando. Fue un antes y un después en la historia del Gran Juego»
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