En el Monte Tambora, en la actual Indonesia, se produjo una erupción volcánica tan intensa en 1815 que cubrió gran parte de la Tierra de cenizas, obstaculizándo parte de los rayos solares y produciendo un año sin verano. Es decir, que un volcán enfrió la Tierra (y, además, inspiró el Romanticismo a los aristas de la época). ¿Y si produciéramos los mismos efectos de los volcanes en nuestro planeta para enfriar el mundo y evitar el calentamiento global al que estamos condenados?
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