Pocos directores de la era muda supieron adaptarse a la novedad del cine sonoro con tanta rapidez y eficacia como Fritz Lang. El que era el director por excelencia de Alemania junto a F.W. Murnau (quien nunca llegó a hacer la transición al sonoro por completo a causa de su temprana muerte) se estrenó con esta importante innovación técnica con la que muchos consideramos su mejor obra, M, el Vampiro de Düsseldorf y lo remataría con la magistral secuela de El Doctor Mabuse (1922), El Testamento del Doctor Mabuse.

Una mujer que necesitaba tratamiento urgente tuvo que ser trasladada a otro hospital porque el que tenía cerca en Düsseldorf (Alemania) estaba colapsado por un ciberataque de este tipo. Ese traslado a otro hospital a 30 km provocó que el tratamiento tardara una hora más de lo que hubiera tardado en el hospital al que trató de ir.

Se estrella en los Alpes franceses un avión con 150 pasajeros que volaba de Barcelona a Dusseldorf. El aparato era un Airbus A320 de la compañía Germanwings.