El siglo XIX vió una evolución en la cartografía, incluyendo "mapear a toda la humanidad". Friedrich Strass, cartógrafo austriaco, fue autor del probablemente primer histomapa de siempre: "Der Strom der Zeiten" (La corriente del tiempo), ilustración vería la luz en 1803, tiempo antes siquiera de que Napoleón hubiera levantado su imperio. El excelente acabado gráfico y lo audaz de la representación gozaría de gran éxito, siendo traducido a varios idiomas y sirviendo de influencia remota para otros activistas, educadores, geógrafos e ilustrado.