Maite Sáez, de 32 años, dio a luz hace un año a su primera hija en un hospital público de Pamplona (Navarra). Vivió el embarazo, el parto y el posparto acompañada de su pareja, de su familia y de su doula. Una palabra que esta semana ha saltado a la palestra mediática después de que el Consejo General de Enfermería acusara a este colectivo de alentar a las embarazadas a realizar "prácticas sectarias y canibalísticas" como comerse su propia placenta, alejar a los padres del proceso del embarazo y poner en riesgo la vida de la madre y la de su be