Si una máquina del tiempo nos enviara al pasado, pongamos hace 5.000 años, y una vez llegáramos allí tuviéramos que demostrar nuestros conocimientos científicos 'superiores' a los de la época, no lo tendríamos nada fácil. Estoy leyendo estos días el libro "Abrir en caso de apocalipsis", de Lewis Dartnell, cuya tesis principal es recuperar las instrucciones básicas para reconstruir una civilización en caso de hecatombe. Se cita un experimento consistente en construir desde cero algo tan aparentemente sencillo como una tostadora.