El miedo a tener que permanecer doce horas en una mesa electoral y, posteriormente, llevar a cabo el recuento de votos y notificárselo a la administración, supera al temor a que los políticos que quebrantaron la ley salgan impunes. Aunque gran parte de la población está en contra de la amnistía pactada entre Pedro Sánchez y los independentistas catalanes, el 90% de los españoles prefiere perdonar a Carles Puigdemont antes que ser presidentes de mesa en una repetición electoral.