De vez en cuando viene bien una revisión de nuestros hábitos porque quizá no hacemos las cosas en el día a día tan bien cómo pensamos. "Existe un músculo que, cuando estamos en posición sentada o incluso también de pie, sujeta al intestino como un lazo y lo estira en una dirección formando un recodo. Este mecanismo, por decirlo de algún modo, supone una prestación adicional para los demás esfínteres", detalla. Debido a la misma, según prosigue, las heces llegan a una curva. "Gracias a ella, al salir de la 'autopista' se produce una retención.

Al estar sentados en la taza hay que hacer más contracciones para liberar el músculo puborrectal,Ir al baño es una necesidad fisiológica que encierra un dilema casi hamletiano del que no solemos ser conscientes. Que es mejor: ¿hacer de vientre sentado o en cuclillas? En nuestra sociedad la mayoría de los inodoros son de tipo taza, lo que nos condiciona a que ya estemos acostumbrados a hacerlo sentados en la taza (lo de leer o no durante dicha actividad, ya es cosa de cada usuario).

La doctora Giulia Enders argumenta que la postura que adoptamos cuando vamos al retrete es incorrecta porque daña nuestros intestinos.

Si vivieras en una zona rural y tuvieras que elegir entre comprar un televisor HD de pantalla plana o tener un baño con inodoro incluido, ¿qué elegirías?. Este es el dilema al que se enfrentan miles de latinoamericanos que no tienen dinero para la compra de un inodoro y su instalación. Esa es la diferencia con un televisor o un móvil, que se puede ir a la tienda, comprarlos y empezar a usar. Por eso se da la paradoja de que muchos siguen haciendo sus necesidades al aire libre mientras en sus manos manejan un smartphone con conexión a Internet.