Heredero de una tradición familiar que se remonta a más de tres generaciones, el maestro artesano de la navaja Juan Andrés Barbero nunca ha dejado de luchar por la protección, difusión y enaltecimiento de la industria a la que pertenece.
SU mundo cabe en estos once metros cuadrados junto a la piedra de la antigua mezquita. Rafael Sánchez Ortiz (Sevilla, 1970) descubrió su pasión, cuchillos y navajas, en La Rinconada, y la perfeccionó en Nueva York y París.