La cultura japonesa es una de las más ricas a la par que complicadas que tenemos en el mundo, y eso se manifiesta también en su gente joven, que dentro de la dura educación que reciben en la escuela e instituto han de estar a la altura de las expectativas que se esperan de ellos, ya que las familias japonesas se destacan por ese interés malsano por el trabajo y por el estatus social, cosa que no está mal pero en su justa medida.