La detective se llamaba Alice Clement, pero el mito tuvo muchos nombres. Unos la conocieron como "la Sherlock Holmes femenina", otros como "la némesis de los acosadores". El diario Chicago Tribune definió así a la joven promesa del cuerpo de policía: «Valiente, habilidosa, peligrosa... se oculta en cientos de pequeños disfraces, y ha encontrado pruebas para enviar a muchos a la cárcel. Difícilmente hay un antro peligroso en la ciudad que ella, en sus doce años de detective, no haya visitado.