Si en 1930 un español dedicaba una media de 55,9 años (109.564 horas) al trabajo a lo largo de su vida, en 2012, destinaba 40,9 años (68.875 horas), es decir, quince años menos. De este modo, si hace un siglo pasaban un 20,1% de su vida en el ámbito laboral, en 2012 este tiempo se redujo a un 9,6%.