Preferentes, clásulas suelo, desahucios, comisiones abusivas… sin duda, el historial delictivo de las entidades bancarias haría palidecer a criminales como Al Capone y Lucky Luciano. Sin embargo, si obviamos la existencia de la banca ética, muchas veces no tenemos más cojones que jugarnos los cuartos con estos trileros de cuello blanco. Vamos a da unas cuantas pautas o trucos para minimizar los daños y salir ileso.