"Son las cinco de la tarde, y vengo de presenciar una escena verdaderamente sublime. Las compañías de Voluntarios Catalanes que la noble y patriótica tierra de Roger de Flor envía al ejército de África, como precioso e inestimable donativo, han desembarcado hace una hora. ¡Afortunados aventureros! Más felices que los Tercios Vascongados, a quienes en balde estamos esperando desde que principió la campaña, llegan a tiempo de participar de los mayores peligros y más gloriosos laureles de esta guerra."