Nawal al-Hawsawi es franca, negra, una piloto cualificada y casada con un blanco: todo lo que sus críticos dicen que una mujer Saudí no debería ser. A pesar de recibir oleadas de agresiones en las redes sociales, se niega a someterse a los convencionalismos y devuelve el golpe a sus detractores “con amor”. Creció en La Meca, un área bastante cosmopolita de Arabia Saudita, dice Al-Hawsawi y hasta que no viajó a los EE.UU. no había pensado conscientemente en sí misma como “negra”.