La autora narra experiencias gratificantes, y otras desagradables, practicando nudismo... "Creo que el argumento nudista de que esta práctica no tiene nada de sexual busca justificarse ante una sociedad sexofóbica. Sentir cómo el sol acaricia y penetra cada centímetro de piel, especialmente aquellas zonas que debiéramos (nos dicen) cubrir siempre con pudor, es un acto de autoerotismo puro, especialmente vetado para las mujeres (sólo las ‘malas mujeres’, las putas, se desnudan sin reparos)".