En 1960, David Latimer plantó una semilla dentro de una botella de 10 galones, luego de esto, el maravilloso ser vivo creó su propio ecosistema. El jardín funciona de forma autosuficiente alimentándose a través de fotosíntesis para reciclar nutrientes. El proyecto, el cual muchos investigadores están interesados, podría servir como prototipo para llenar de flora el espacio.