¿Puede haber algo más objetivo, imparcial, neutral e incluso aséptico que la ciencia? Nada puede ser discutido si lo dice “la ciencia”, porque con sus experimentos, sus números, sus personas en bata y sus gráficos ilegibles no deja lugar a la interpretación. Sin embargo, olvidamos a veces que la ciencia consiste en personas intentando explicar el mundo. Personas que se encuentran en un lugar, un momento, con unos recursos, unos hallazgos previos, unas teorías concretas, y también una ideología.