Alugnas de las audaces incursiones de ataque a puertos de la Décima Flotilla MAS italiana tuvieron lugar en la bahía de Algeciras, y más concretamente en el fondo del puerto de Gibraltar. Allí, cubierto por las aguas de la parte más septentrional de la bahía de Algeciras, Borghese asignó los blancos a sus hombres usando la información recabada con el periscopio durante la penetración: Tesei, que guiaba el maiale con más autonomía, debía atacar el acorazado más lejano, el que estaba amarrado más al interior del puerto.