De acuerdo con los resultados obtenidos, las personas con síntomas de depresión tienden a compartir fotografías en tonos oscuros, grises o azules; asimismo, predominan las imágenes de rostros pero en soledad, sin que en la captura se aprecien más personas. Por último, se observó también una elevada preferencia por el filtro “Inkwell”, el cual convierte la fotografía a blanco y negro (los individuos que no habían sido diagnosticados con depresión usaron más el filtro “Valencia”, que otorga cierta calidez soleada a las fotografías).