Puede haber dos razones claves para acudir al gimnasio. Una, para realizar ejercicio y tener una salud mejor. Otra, para mejorar el físico y que repercuta en más sexo, sea este mejor o no. En este segundo caso, el problema es que, aunque el envoltorio quede bonito, la maquinaria no siempre está tan a punto como parece. ¿La razón? A muchos se les olvida la importancia de ejercitar también los genitales, no solo para sacar pecho y presumir de ellos, sino para disfrutar más en las relaciones sexuales.