El sarampión es una enfermedad causada por un virus que infecta las mucosas de las vías respiratorias, desde donde viajará al resto del cuerpo para multiplicarse exponencialmente de forma asintomática. Cuando el sistema inmunitario se moviliza para acabar con el patógeno (a los diez días de la infección), es cuando se empiezan a notar los primeros síntomas: fiebre, tos y, cómo no, el famoso sarpullido. A esta erupción cutánea se la denomina exantema y no es única del sarampión: enfermedades como la varicela y la rubeola también lo presentan.