Un equipo de investigadores del Instituto de Ciencias Tecnológicas de la Universidad de Wuhan, en China, ha diseñado un prototipo de un motor de propulsión a chorro que emplea aire y electricidad para producir plasma a alta presión y temperatura. Escalado a dimensiones mayores, este motor podría impulsar un avión del tamaño de un jet, sin emplear combustibles fósiles y por lo tanto sin emisiones de carbono ni gases de efecto invernadero que fomenten el calentamiento global