Las cifras de ventas de coches en España del último mes, tradicionalmente uno de los tres mejores del año en ventas, muestran una cierta ralentización del crecimiento de las ventas, especialmente en el segmento a particulares. Y más en concreto, en los automóviles con motores diésel que utilizan el gasóleo como combustible. Mientras que en 2012, casi el 70% de los coches vendidos en el Estado español eran diésel, en junio solo llegaban al 35,5% tras haber iniciado el año en enero copando un 41,8% de las ventas.