El juguete sexual más antiguo del mundo fue encontrado en las cuevas de Hohl Fels de Tubinga, en tierras germanas, junto a muchos otros utensilios. Se trataba de un juguete “todoterreno”, ya que además de dar placer servía, entre otras cosas, para hacer fuego. Los arqueólogos han destacado lo excepcional que serían este tipo de juguetes en épocas prehistóricas, ya que no es nada habitual encontrarse uno de ellos, de igual manera que son muy escasas las representaciones de la virilidad.