Los porros, bien fumados, tampoco son tan malos. Lo dice el catedrático de Bioquímica y Biología Molecular Manuel Guzmán, que lleva décadas investigando en la Universidad Complutense de Madrid el poder terapéutico de la marihuana. «El cannabis no es un ángel, pero tampoco un demonio», sostiene. «Es solo una sustancia más, como otras del organismo, que permite que las células se comuniquen entre sí