Un experimento: dos currículums exactamente iguales, mismos estudios, misma experiencia, misma formación y mismas competencias. Solo una diferencia: el nombre. Uno de ellos se presenta como Jennifer; el otro, como John. Se reparten sendos currículums a 127 profesores de biología, química y física para evaluar sus competencias y la posibilidad de ser contratados. Resultado: a juicio de los expertos, Jennifer tiene un 17,5% menos de competencias que John y debería cobrar un 12,4% menos.