En contra de lo que la mayoría de las personas piensan, uno no es rico porque sus padres sean ricos, al menos no por lo que ellos piensan, no por el hecho de que los padres tengan mucho dinero y muchas propiedades y después se lo vayan a dar a sus hijos. De ser así, una mera transacción material, esas riquezas acaban en ellos, con los hijos, esa riqueza ya no lo es y suele durar menos de una generación.