Hace algunas décadas aprendimos que lo personal es político o, dicho de otro modo, que lo individual no se entiende sin lo colectivo. Solo de esta manera el narrador de esta novela podría comprender su paternidad forzosa; solo así Lucía, el personaje principal, comprendería la extensión de su cruel enfermedad: la anorexia.Grietas (Premio Lengua de Trapo), de Santi Fernández Patón, es el testimonio de una generación que ya ha deslegitimado los viejos roles y los relatos heredados, pero que tiene la incierta labor de construir los suyos.