De acuerdo al estudio, si ya no existieran animales en el mundo, la cantidad de comida para los humanos se incrementaría en un 23%, ya que existirían granos que había sido destinados a la alimentación de animales que ahora los humanos tendrían que consumir. Este fenómeno se traduciría a su vez en un incremento de ciertos nutrientes – tales como los carbohidratos, cobre, magnesio, cisteína – y también una disminución en algunos de los nutrientes importantes que actualmente obtenemos de comer animales, tales como calcio, vitamina A, D, B12...