La aportación de su obra pasa por una contextualización singular de doble signo. Por un lado, la atención al modo en que la modernidad occidental trasplantada a su país consiguió cuajar como un mecanismo aspiracional, tanto en la clase trabajadora como en las élites económicas. La industrialización rápida que acompañó a la proliferación de la economía del petróleo fue paralela a un proyecto de país que abrazó el movimiento moderno como modelo, sin cuestionar ninguna de sus contradicciones.
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