Hace apenas once días recogí una carta certificada de parte de la propiedad de la calle Libreros, nº 28, donde se me comunicaba oficialmente que el precioso edificio donde está mi Galatea ha sido vendido y que – todo muy legal, por supuesto – debía desocuparlo en apenas dos meses. Exactamente el próximo 10 de abril. Perdón, quizás el 13, no estoy para exactitudes… no me queda más remedio, tendré que «liquidar» los fondos de La Galatea en apenas cuatro semanas, porque me es imposible retirar de golpe los miles de libros (...) en la librería