Con un peso de apenas 2,3 gramos y una estructura tan delgada que se dobla al más mínimo golpe, una pelota de ping pong no parece el proyectil más peligroso del mundo. La cosa cambia a más de 1.225 kilómetros por hora. A esa velocidad, la frágil pelotita se convierte en una bala letal capaz de atravesar la paleta de Ping Pong o cualquier otro objeto que se interponga.
|
etiquetas: universidad purdue , indiana , pelota , ping pong , supersónico