Por mucho que Sabina y otros trovadores del bajo mundo urbano nos los hayan querido presentar como simpáticos, con ese aire chulesco que camina entre lo impertinente y lo admirable, un macarra es un tipo muy, pero que muy desagradable. Y no tiene nada de bondadoso ni de héroe. Proviene del francés maquereau
|
etiquetas: etimología , macarra , lingüística , origen