Desde su “nacimiento” en 1788 en los astilleros de Esteiro (El Ferrol), el navío de línea San Telmo parecía destinado a sortear todos los peligros. Primero formó parte de la Escuadra del Océano, pero no llegó a participar en la durísima batalla del cabo de San Vicente y más tarde, cuando fue traspasado a la Escuadra del Mediterráneo, tampoco sufrió el castigo de los cañones ingleses durante el desastre de Trafalgar, pues en aquellas fechas se hallaba fondeado debido a unas averías.
|
etiquetas: san telmo , antártida , naufragio , historia