Pocas palabras sonaban tan mal en tiempos del franquismo como “nacionalismo”, y el término “nacionalismo español” estaba directamente proscrito. Los nacionalistas eran los otros (...) El nacionalismo español reservó toda su fuerza para el interior. Se trataba de normalizar el concepto de España, algo ya intentado muchas veces desde que la Nación española fue inaugurada en 1812 en Cádiz. De manera que el estado se puso manos a la obra y produjo una larga serie de normas: desde leyes explícitas a material literario y propagandístico diverso.
|
etiquetas: historia , nacionalismo , españa