No le aplazaron el entrenamiento para que estudiara el examen. A los cinco minutos del entrenamiento penetro, le doblo el balón a Shaq, se levanta y hace un mate y revienta todo, el cristal, todo… Se queda con el aro en la mano. Así que nos quedamos todos alucinando. Dale Brown le echó una pequeña bronca: «Oye, Shaq, ten cuidado. No hace falta que demuestres aquí nada».
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