A finales del siglo XIX los doctores empezaron a recomendar a los padres que vivían en apartamentos urbanos que expusieran a sus niños al aire fresco. Se creía que así fortalecerían el sistema inmunitario del niño e incrementarían su salud y vigor. Mientras médicos como Luther Emmett Holt recomendaban simplemente situar a los bebés cerca de una ventana abierta, algunos padres decidieron dar un paso más.
|
etiquetas: bebes , apartamentos , ciudades , crianza , educación