Todos estamos de acuerdo: a nadie le gustan los mentirosos. Pero en ciertos ámbitos parecen ser de mayor interés que los honestos. Esa es la conclusión de un reciente estudio, realizado por la Universidad de Chicago y liderado por Emma Levine, que señala que la mayoría de nosotros identificamos la capacidad de engañar como un signo de competencia en los trabajos que requieren ventas.
|
etiquetas: mentira , trabajo