Cuando Alejandra Fierro Eleta le dijo a su padre que iba a hacer un programa de música caribeña en la radio, este se removió en el asiento: «Lo que quieras, pero no con mi nombre», le dijo. Ella tropicalizó entonces su identidad: un nombre sugerente, que usaba su hermano para bromear, y un apellido ad hoc. Así nació Gladys Palmera.
|
etiquetas: mecenas , cultura