En 1983 las Vulpess cantaron "me gusta ser una zorra" en televisión y les costó una querella de fiscal general del Estado. El programa donde lo hicieron desapareció. En 2015, en Alaska y Mario, a la misma hora también un fin de semana, Loles León cantó a grito pelado "quiero comerme un pollón, no es por dinero, es por vocación" delante de niños y pasó desapercibio. El país ha cambiado para bien, aunque haya que decirlo con una sonrisa helada.
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