A principios de la década de 1600 se desarrolló una forma no quirúrgica de ayudar al bebé en un nacimiento difícil. Era un manera tosca y muy simple, pero a nadie se le había ocurrido antes: el fórceps. Hablando en román paladino: se empezaron a usar unas pinzas gigantes para agarrar la cabeza del bebé a fin de que saliera con más suavidad por el conducto pélvico de la madre.
|
etiquetas: obstetricia , forceps