La lagartija era lógicamente de un tamaño muy pequeño, ya que medía menos de dos centímetros, pero lo que asustó a los doctores fue que no tenía su cola. Por ese motivo, realizaron varias radiografías para intentar ver si se había quedado en el interior del oído del paciente, pero no encontraron señales de ella. Todo parecía indicar que la había perdido antes de introducirse en la oreja del hombre.
|
etiquetas: lagarto , oreja , chino